De ir al baño a ser celiaco en dos segundos

Enferma estoy desde hace unos días, ya harta de mi situación, decidí que algún sujeto con un diploma y una firma y sello que valen oro en una farmacia (al menos para cierto tipo de gente) debería venir a visitarme e indicarme como pasar un poco mejor estos aburridos días en cama.

Llego entonces la doctora quien tanteo mi abdomen en busca de un dolor no difícil de encontrar y empezó a enumerar una serie de alimentos dignos de la hoguera como jugo de manzana, compota de manzana (esta gente ama esa fruta), mermelada de membrillo, arroz blanco hervido, fideos con un poco de aceite...Y yo, claro, la persona mas asquerosa del universo, ponía una simpática cara de espanto mientras escuchaba. Que suerte la mía, me toco una doctora canchera que me dijo que no importaba, que comiera banana o tomara gatorade de naranja, con tal de que consumiese algo además de agua.

Luego se paso al asunto que mas popularidad parece tener entre nuestras contemporáneas del genero femenino: La flora intestinal. Hoorray! Todo ese gasto telefónico al fin tiene un culpable.
Mi madre menciono que me había comentado mas temprano que ella va una vez por día al baño y que eso era lo normal, a lo que yo le respondí que quien le había dicho que eso era lo normal, que yo iba dos o tres veces por día. Y fue ahí que a la medica se le ocurrió decir que podía ser celiaca, que me haga el puto análisis.
Claro, con tanto transito lento, de mujeres que no salen de sus hogares por que se sienten la orca Willy o que están por parir por su agujero trasero, ahora si vas al baño no sos una persona normal, sos celiaco! Con tanta publicidad donde las mujeres se drogan con un yogurt frutal que siempre aparece en un mundo donde todo es violeta como su envase, mujeres que sonríen en complicidad por que ahora van al baño, algo que yo subestimaba aparentemente...Pero que tonta fui, el ir al baño ahora es lo que antes era un collar de perlas: la feminidad en su máxima expresión...Una cagada.